MISA CRISMALEn compañía de todo el Clero Arquidiocesano de Tegucigalpa y de sus dos Obispos Auxiliares, Monseñor Darwin Andino, C.R.S., y Monseñor Juan José Pineda, C.M.F. el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, celebró, en el Santuario de Nuestra Señora de Suyapa, la Misa Crismal, donde hizo un llamado a todos los presbíteros la unidad y a la formación permanente.
La Misa Crismal se celebró el Jueves Santo y se desarrollaron diferentes signos como ser la Renovación de los votos sacerdotales, bendición y consagración de los Santos Óleos y el Crisma. A esta Eucaristía asistieron muchos feligreses de las diferentes parroquias de Tegucigalpa, como también seminaristas y religiosas.En la Homilía Su Eminencia explicó, “cada año nos reunimos en la Misa Crismal para animar y fortalecer el espíritu de comunión y el camino pastoral en la Arquidiócesis. Estos signos presentan un sentido profundo eclesial y sacerdotal que animan la vida y el camino pastoral… estos signos nos comunican la gracia de la pascua de Cristo y nos inician a la vida de la comunidad cristiana frente a un mundo que presenta signos, contrarios incluso a la fe”.
A los feligreses presentes en la Misa Crismal, Su Eminencia Oscar Andrés Rodríguez, los invitó a participar en la Misión Continental y les dijo: “este acontecimiento lo vamos a vivir en el marco eclesial de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, cuyo lema es un llamado a renovar nuestro compromiso misionero.
El 2009, será un año de creatividad y de vida ¿por qué una misión? Porque somos depositarios y servidores de la Palabra de salvación que Dios ha dicho por medio de su Hijo, es en la misión donde la Iglesia expresa su pro-yecto de Dios y su identidad más profunda”.Asimismo “En la misión la Iglesia renueva su identidad y vocación, manifestar a Jesucristo es un signo claro de la presencia del Espíritu… mirar hacia el otro, es de Cristo y un acto de salud espiritual y de madurez cristiana de plenitud eclesial”.
¡Qué importante que en este camino de Dios, agregó Su Eminencia: “Él nos encuentre como una Iglesia Arquidio-cesana, fortalecida y renovada en su ardor misionero”.Al concluir la Homilía, el Cardenal felicitó y agradeció a todos los presentes por orar y acompañar a sus sacerdotes.